Linus Pauling, premio Nobel de Química en 1954, uno de los fundadores de la Biología Molecular, introdujo la expresión «ortomolecular» para referirse a la idea de «las moléculas correctas en la cantidad correcta». Esto es importante porque para que funcione bien nuestro cuerpo-mente es necesario que funcionen bien sus sistemas y aparatos. Para que un sistema o un aparato como pej el sistema nervioso o el aparato digestivo funcione bien , es necesario que funcionen sus órganos como pej. el cerebro o el hígado. Para que un órgano funcione, es necesario que sus tejidos funcionen adecuadamente y estos dependen de que sus células funcionen la forma adecuada. De manera que si las células reciben aquellos nutrientes celulares – micronutrientes- que necesitan, realizarán adecuadamente sus funciones, lo que permite que todo el organismo , cada órgano , cada sistema , realice su función de forma saludable y eficiente.
Pero hay más, con un aporte específico de ciertos micronutrientes podemos mejorar y optimizar la función de esas células, órganos y sistemas hasta niveles de funcionamiento excelente, más allá de su rendimiento habitual. Por ejemplo, el uso de antioxidantes puede mejorar la resistencia de un organismo a tóxicos, estrés oxidativo, inflamaciónes etc…Determinados micronutrientes como son pej. el ubiquinol , los ácidos grasos omega 3, o las vitaminas del complejo B, que actúan a nivel mitocondríal – la mitocondria es la central energética de la célula- pueden mejorar la producción de ATP , la mólecula energética de nuestro organismo optimizando la actividad metabólica , muscular o neuronal. Un ejemplo concreto: nuestro estado de ánimo. Sabemos que entre otras cosas depende de los niveles de neurotransmisores (como la serotonina, la dopamina o la acetil colina,) . Pues gran parte de su correcto funcionamiento depende de que la neurona tenga los micronutrientes necesarios para que funcionen sus mitocondrias , tenga los precursores de esos neurotransmisores ( que son las sustancias que nuestro organismo usa para fabricarlos, la materia prima), y de los cofactores necesarios para elaborarlos ( además de los precursores como el triptófano o la fenilalanina , son necesarias otras sustancias para que esas reacciones bioquímicas tengan lugar como pej las vitaminas del grupo B, el magnesio,…). Incluso los procesos neurodegenerativos, enfermedades como el Parkinson o Alzheimer, pueden beneficiarse especialmente en sus fases iniciales de una adecuada nutrición celular que permita que el metabolismo de la neurona suceda de forma adecuada y sus mitocondrias funcionen de forma óptima….De ellas también dependerá la neuroplasticidad (la capacidad de crear nuevas redes neuronales), procesos neurorregenerativos y la creación de nuevas neuronas en el hipocampo.
Otras células ricas en mitocondrias como las células hepáticas, necesitan que esa suplementación sea óptima para poder eliminar tóxicos, hacerlos solubles y poder desecharlos para ser expulsados.
Pero va más allá de esas funciones. También la estructura necesita una nutrición celular adecuada para que el tejido de sostén se mantenga. El aumento en las expectativas de vida y la mejorar en la calidad hace que nuestras articulaciones necesiten un cuidado especial . Aportar determinados micronutrientes a tejidos como el cartílago, con grandes dificultades para recibir nutrientes , permite que se mantenga en mejor estado y puedan recuperarse de parte del desgaste producido.
Pero, ¿es realmente eficaz? Un argumento simple pero evidente responde a esta pregunta: cualquier reacción bioquímica depende de la adecuada proporción de sustratos, es decir de las sustancias que intervienen en ella. Si aumentos la cantidad de esos sustratos elevamos de forma significativa las probabilidades de que esa reacción bioquímica tenga lugar , mejorando los sistemas naturales , fisiológicos, del organismo.
Además de normalizar una función deficiente, o prevenir enfermedades futuras, la nutrición celular , al optimizar las reacciones bioquímicas, puede incrementar el funcionamiento y rendimiento de muchos de esos sistemas, tanto en el rendimiento físico, en mejoras estéticas y antienvejecimiento y en la función emocional, intelectual y el aprendizaje.
Dr. José Ignacio García Acosta.