Nutrir la célula es la base de la salud. Si tus células tienen todo lo que necesitan, los tejidos, los órganos como el hígado, el intestino….y sistemas y aparatos completos como nuestro sistema nervioso, digestivo, reproductor, inmunitario,… funcionarán mejor e incluso mejorarán su rendimiento.
Los retos de nuestra vida cotidiana, el estrés, la carga tóxica ambiental y alimenticia, la falta de nutrientes en nuestras comidas hace que las células no tengan lo que necesitan, afectándoles a su función y a su salud.
Unas veces porque hay circunstancias que elevan el consumo de esos nutrientes por parte de la célula (estrés, infecciones, recuperación de alguna lesión o enfermedad, envejecimiento,…) otras por que el aporte es insuficiente o porque (aunque nos alimentemos bien) si no hacemos una buena digestión y absorción de esos nutrientes, las células no estarán bien nutridas y eso afectará al tejido, al órgano, al sistema y finalmente a nuestra salud y bienestar.