Cuando estás bien, en el presente, realizando tu verdadero potencial, tu organismo mantiene en equilibrio instintos, sensaciones y funciones como la digestión, el sueño o el sistema inmunitario entre otros, y permite que se manifieste lo mejor de ti. Pero a veces hay causas o acontecimientos a los que nos cuesta adaptarnos y alteran esa capacidad de mantener el equilibro que llamamos homeostasis. Entonces empezamos a enfermar.
Como somos un todo, esa enfermedad se manifiesta en nuestros órganos, nuestras sensaciones, nuestras emociones, nuestros pensamientos,….